El ritmo y la música pegadiza hacen que muchas veces no nos demos cuenta de lo que dice una canción, y la cantamos y bailamos como si nada, pero como dicen, “lo importante no es el envoltorio, es el mensaje”, y por eso debemos prestar más atención y ser capaces de detectar estos mensajes, que “humillan, denigran y cosifican” a la mujer.
La misoginia en la música no es una cuestión de género musical, sino una cuestión cultural de la cuál la sociedad busca desprenderse y hacer conciencia, pero aún los medios siguen promoviendo estas ideas que solo nos dividen y separan, generan violencia y pre-conceptos que nos alejan de nuestro potencial y nos enredan en cumplir estos roles en la sociedad.
La misoginia musical se define como el maltrato o discriminación hecha a la mujer a través de la música, tal y como lo indica el término, maltrato que se manifiesta tanto a través de las letras de las canciones así como en sus respectivos vídeos musicales.
La crítica va dirigida a los contenidos de las canciones que solo dejan a las mujeres como objetos sexuales, que no solo en las letras son agredidas, sino que además en los vídeos son usadas como símbolos de sexo que dan más ¨publicidad¨ a sus vídeos.
Es algo que ocurre de una manera tan frecuente, y no nos damos cuenta de que esa canción o ese vídeo musical del cual disfrutamos, es un maltrato directo en contra de la mujer.